Uno de los platos estrella de la gastronomía cántabra son las rabas de Santander. Su tradición e historia han convertido a este sabroso aperitivo en uno de los más populares y demandados en la región.
Su textura tierna al paladar y su delicioso sabor son algunas de las claves del éxito de este alimento, que funciona increíblemente bien como aperitivo o como plato.
Las rabas de Santander de Compesca son la opción perfecta para saborear este sabroso plato, con todas las facilidades y garantías que podemos ofrecerte.
Para abrir el estómago o como acompañante de otros platos, las rabas de Santander de Compesca son fuente de proteínas y bajas en grasas, lo que resulta ideal para mantener una dieta saludable y equilibrada.
¿Qué son las rabas de Santander?
Las rabas en Santander y, por tanto, en Cantabria, son tiras o pequeños trocitos de cefalópodos (calamar, pulpo, etc.), enharinados y, posteriormente, fritos en aceite caliente.
Aunque es común la idea de asociar las rabas a los calamares, la realidad es que, en Cantabria, se le denomina raba a la tira, independientemente del cefalópodo del que proceda. Por ello, existen rabas de distintas variedades, que tienen en común el procedimiento tradicional con el que se elaboran todas ellas.
¿Cómo cocinar correctamente las rabas?
El sabor y textura de las rabas dependerá, en gran medida, de su cocinado. Si bien, es evidente que la calidad de la carne del animal empleado en la elaboración también juega un importante papel en este aspecto.
En la fritura de las rabas se deben cuidar una serie de indicaciones, intentando seguirlas para obtener un buen producto. En primer lugar, esta deberá ser intensa, lo que se verá reflejado en el color dorado del producto y en su textura crujiente.
Además, aunque la fritura sea intensa, no deberá sobrepasarse en el tiempo. Es igualmente importante procurar eliminar excedentes de aceite.
Descubre aquí la receta paso a paso de Rabas de Santander.
¿Cuál es el origen de las rabas de Santander?
Este término tiene sus orígenes en un dialecto propio de los pescadores cántabros.
El origen de las rabas se remonta al siglo XIX, en la ciudad de Santander. Buceando en el archivo histórico se advierte que ya entonces, en las tabernas de la ciudad, se servían “patas de pulpo”. Estas eran previamente preparadas, y se cocinaban rebozadas y fritas.
Tal fue su popularidad en la sociedad de aquella época que, además de constituir una de las comidas más características de Santander, fueron saboreadas por el propio Alfonso XIII durante una de sus visitas a la ciudad.
Con el paso del tiempo para su elaboración se pasó a emplear, además del pulpo, tiras de otros cefalópodos como magano, que es el calamar, o la sepia, entre otros. El resultado fueron las diferentes variedades de rabas que hoy podemos degustar en bares y restaurantes de la región.
Este fue el origen de las deliciosas rabas de Santander, tan populares en Cantabria.
¿Cuáles son los beneficios de las rabas?
Las rabas son un alimento especialmente sabroso y nutritivo.
Generalmente, las rabas son fuente de minerales. Su consumo aporta energía al organismo, siendo indicado, además, para combatir el envejecimiento celular.
Las rabas poseen una elevada cantidad de calcio y potasio, clave para la adecuada contracción muscular y en la producción de proteínas. Su consumo puede proporcionar además beneficios para la vista. Su baja composición en sodio convierte a las rabas en un alimento especialmente conveniente para mantener unos niveles cardiovasculares correctos en el organismo.
Por tanto, las rabas son un excelente alimento cargado de proteínas y bajo en grasas, ideal para una dieta saludable.
No dejes de probar nuestras rabas de Santander de Compesca, sabrosas, nutritivas y muy fáciles de preparar. Un producto cántabro por excelencia.
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