Las almejas son uno de los mariscos más apreciados por su sabor delicado y su versatilidad en la cocina. Forman parte de innumerables recetas —desde un arroz marinero hasta unas almejas a la marinera o una fideuá—, pero su vida útil es corta, por lo que surge una pregunta muy común:
¿Se pueden congelar las almejas sin perder calidad ni seguridad alimentaria?
La respuesta es sí, pero con condiciones. En Compesca, especialistas en marisco de máxima calidad, te explicamos cuándo, cómo y por qué congelar almejas correctamente, para que conserven todo su sabor a mar y sigan siendo seguras para el consumo.
¿Se pueden congelar las almejas sin riesgo?
Sí, las almejas pueden congelarse, pero solo si se encuentran en buen estado de frescura y se realiza una preparación adecuada.
La congelación no mejora la calidad del producto, sino que la mantiene, por lo que es fundamental partir de almejas vivas, limpias y sin roturas. Si las almejas ya estaban dañadas, abiertas o con mal olor, no deben congelarse bajo ningún concepto.
Congelar correctamente te permitirá prolongar su conservación hasta tres meses, sin que pierdan sabor ni seguridad, siempre que se mantenga una temperatura constante de -18 ºC o inferior.

Cómo saber si las almejas están frescas antes de congelar
Antes de pensar en el congelador, asegúrate de que las almejas cumplen con las siguientes condiciones:
- Deben estar vivas.
Las conchas deben permanecer cerradas o cerrarse al tocarlas. Si una almeja está abierta y no reacciona, descártala. - Sin olor fuerte.
El aroma debe ser limpio, a mar fresco. Un olor amoniacal o desagradable indica deterioro. - Cáscara íntegra y limpia.
Evita almejas con conchas rotas o astilladas. - Compra en lugares de confianza.
En Compesca garantizamos la trazabilidad y frescura de cada lote, algo esencial para cualquier proceso de congelación segura.
Limpieza previa: el paso más importante antes de congelar
Las almejas suelen contener arena o restos de sedimento en su interior. Si no se limpian correctamente antes de congelar, esa arena podría alterar el sabor y la textura del producto una vez descongelado.
Cómo limpiar las almejas paso a paso
- Enjuaga bajo agua fría para eliminar restos superficiales.
- Déjalas en remojo en agua con sal (aproximadamente 35 g por litro) durante al menos 2 horas para que expulsen la arena.
- Cambia el agua cada 30-40 minutos para favorecer el proceso.
- Escúrrelas y sécalas bien con papel de cocina antes de guardarlas.
Si planeas cocinarlas al vapor o en guiso después, puedes hacer una pre-cocción muy ligera (1-2 minutos) para que se abran y suelten posibles restos de arena antes de congelar.
Cómo congelar almejas paso a paso
Una vez limpias y secas, existen varios métodos eficaces para congelarlas según el uso que vayas a darles más adelante.
Opción 1: Congelar almejas crudas (vivas o recién abiertas)
Este método conserva mejor el sabor natural “a mar” y la textura original.
Pasos:
- Asegúrate de que todas están vivas antes de congelar.
- Colócalas en una bandeja, separadas entre sí, y mételas en el congelador durante unas horas.
- Cuando estén duras, pásalas a una bolsa hermética o recipiente con cierre, eliminando el máximo de aire posible.
- Etiqueta con la fecha de congelación y el tipo de almeja (babosa, fina, japónica, etc.).
Duración recomendada: hasta 3 meses.
Consejo Compesca: utiliza bolsas de vacío o recipientes específicos para congelación alimentaria. Reducir el oxígeno evita la quemadura por frío y mantiene la textura.
Opción 2: Congelar almejas ya cocidas
Si ya las has cocinado al vapor, en salsa o guiso, también puedes congelarlas. Este método es más práctico si quieres tener platos listos para usar.
Pasos:
- Espera a que las almejas cocinadas se enfríen completamente.
- Guarda junto con su jugo o salsa, que ayuda a conservar la humedad y sabor.
- Usa recipientes herméticos o bolsas con cierre zip, procurando sacar el aire.
- Etiqueta con la fecha y el contenido.
Duración recomendada: de 2 a 3 meses.
Ten en cuenta que la textura puede ser algo más blanda tras descongelar, pero en arroces, fideuás o sopas apenas se nota.
Cómo descongelar almejas correctamente
Tan importante como congelarlas bien es descongelarlas de forma segura.
Nunca se deben descongelar a temperatura ambiente, ya que pueden proliferar bacterias.
Métodos de descongelación seguros
- Descongelar en el frigorífico:
- Coloca las almejas (dentro de un recipiente para recoger el líquido) en la nevera durante 8-12 horas.
- Es el método más seguro y recomendado por los expertos.
- Cocinar directamente sin descongelar:
- Si las vas a usar en guisos o arroces, puedes añadirlas congeladas directamente al final de la cocción.
- El calor eliminará cualquier riesgo bacteriano y mantendrá mejor su jugosidad.
- Descongelación rápida en agua fría (solo en caso de urgencia):
- Coloca las bolsas cerradas en un bol con agua fría.
- Cambia el agua cada 20 minutos hasta que estén listas.
- No uses agua caliente ni microondas.
¿Cuánto tiempo se pueden mantener congeladas las almejas?
Aunque técnicamente las almejas congeladas pueden mantenerse más de tres meses sin riesgo sanitario, la calidad organoléptica (sabor, textura, aroma) empieza a disminuir a partir de ese tiempo.
Por eso, en Compesca recomendamos consumirlas en un máximo de 3 meses para disfrutar de su sabor en su punto óptimo.
Ventajas de congelar almejas
Congelar almejas no solo evita desperdicios, también ofrece varios beneficios prácticos:
- Aprovechas ofertas y temporadas de captura.
Puedes comprar más cantidad cuando están en su mejor momento o a mejor precio. - Reduces el desperdicio alimentario.
Si te sobran de una comida o no vas a cocinarlas de inmediato, la congelación es la solución perfecta. - Dispones siempre de marisco a mano.
Ideal para preparar un plato improvisado de pasta con almejas o un arroz caldoso sin necesidad de ir al mercado. - Seguridad alimentaria garantizada.
Si el proceso de congelación es correcto, las almejas se mantienen en condiciones óptimas y libres de riesgos.

Limitaciones o cuándo no conviene congelarlas
No todas las situaciones son ideales para congelar. Ten en cuenta estos casos:
- Si vas a servir las almejas al vapor o como marisco principal, su textura tras descongelar puede ser ligeramente menos firme.
- No congeles nunca almejas muertas o con mal olor. La congelación no elimina bacterias ya presentes.
- Si el congelador no mantiene temperatura constante, la calidad puede deteriorarse con rapidez.
- Las almejas abiertas antes de tiempo o con líquido alterado suelen quedar blandas tras descongelar.
Consejos finales para un resultado perfecto
- Congela cuanto antes tras la compra.
Cuanto más rápido se congelen, más se preservan sus propiedades. - Temperatura constante:
Mantén el congelador a -18 ºC o inferior. - Evita abrir y cerrar el congelador constantemente.
Las variaciones de temperatura afectan a la textura. - Etiqueta siempre fecha y tipo.
Esto te ayudará a consumir las más antiguas primero. - Cocina tras descongelar.
Una vez descongeladas, las almejas deben cocinarse lo antes posible. No vuelvas a congelarlas.
Nuestra recomendación desde Compesca
En Compesca, consideramos que sí es recomendable congelar almejas, siempre que se cumplan los requisitos de frescura, limpieza y congelación adecuada.
No es un método que mejore el producto, pero sí una excelente forma de preservar su calidad y evitar el desperdicio. Si realizas el proceso correctamente, podrás disfrutar de almejas con prácticamente el mismo sabor y aroma que las frescas, perfectas para guisos, sopas marineras o arroces.
El secreto, como siempre, está en el producto. Por eso, nuestras almejas proceden de zonas de pesca controladas y llegan a tu mesa con garantía de frescura y trazabilidad. Si las conservas adecuadamente, el mar seguirá presente en cada bocado.
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