De entre todas las joyas que nos ofrece el mar, dos de las más codiciadas son sin duda los langostinos y las gambas , pero es importante conocer las diferencias entre ellos.
Nuestras dos criaturas marinas protagonistas son crustáceos decápodos con un cuerpo alargado de pequeño tamaño. El alto valor nutricional que comporta su carne suave, ligera y sabrosa los vuelve un alimento idóneo para una dieta saludable y apta para cualquier consumidor, aportando al organismo yodo, hierro, calcio y vitaminas A, B, D, E y K.
Características de las gambas y los langostinos
Desde luego, su exquisito sabor nos lo pone fácil: podemos disfrutarlos en una gran variedad de recetas, formas y modos de cocción, en ensaladas, en arroces y guisos, a la plancha, al horno, al vapor, fritos o como un ingrediente más en la elaboración de platos como quichés, tostas y demás ideas que puedan surgirnos en nuestros momentos más creativos en la cocina.
Las opciones que nos ofrecen estos crustáceos son muy variadas. Son muy comunes en eventos especiales como cenas en familia. En estos casos las diferencias entre ambos alimentos son clave para que cada uno se decante por el que más le gusta.
Estos habitantes del mar y de los fondos arenosos de las desembocaduras de los ríos pueden presentar una apariencia similar a simple vista, pero al juicio de un paladar sensible o experimentado los dos son delicias de sabores, texturas y matices muy diferentes.
Diferencias físicas entre gambas y langostinos
La primera diferencia que podemos encontrar entre las gambas y los langostinos es crucial: su tamaño, tanto en lo que se refiere a su longitud general como a la proporción de su cabeza con respecto al resto del cuerpo. Las gambas presentan un tamaño mucho más pequeño, aunque los especímenes hembra suelen medir más que los machos.
Por ello, este tipo de marisco es elegido para formar parte de platos en los que es interesante que la pieza pueda degustarse prácticamente entera, como ocurre con las gambas al ajillo. Su cabeza es notablemente mayor que el resto del crustáceo, aunque algo parecido también ocurre con los langostinos.
Las gambas que podemos encontrar en pescaderías y supermercados oscilan entre los 6 cm y 10 cm. Sin embargo, sus compañeros decápodos son considerablemente más grandes. Aportando a nuestro estómago una mayor cantidad de alimento y disfrute y con unas proporciones notablemente mejor distribuidas en la estructura de su cuerpo. Un langostino promedio suele medir en torno a 10 cm, pero en función de su lugar de proveniencia pueden llegar a alcanzar los 20 cm.
En lo relativo al color, las gambas comprenden un amalgama casi infinita. Algunas llegan a tener variedades que alcanzan brillantes e intensos tonos azules y fucsias. Las que nos encontramos en el mercado para su consumo en el plato suelen ser blancas, naranjas o rojo intenso. Se encuentran más cotizadas y cuentan también con un mayor tamaño que el resto de variedades de su especie.
Los langostinos, por su parte, se mantienen en unas gamas más apagadas que se mueven entre colores rosáceos y marrones. En muchos supermercados podemos encontrarlos ya listos para disfrutar, generalmente cocidos o cocinados al vapor.
Diferencias en la degustación
Otra diferencia importante que los paladares más exigentes no dejarán sin apreciar es la textura. Nuestros pequeños crustáceos difieren notablemente en cuanto a su suavidad y sensación gustativa. Las apreciadísimas gambas presentan una textura más delicada, tierna y jugosa, convirtiéndolas en un protagonista indiscutible de la dieta mediterránea.
Los langostinos no se quedan atrás en cuanto a la calidad de su embocadura, presumiendo un sabor muy característico, pero su carne es de composición más dura y cuenta con menos jugo. Degustados de forma comparativa, esta diferencia puede ser apreciada por nuestras papilas sin dificultad.
Diferencias en el precio
La última diferencia esencial que cabe mencionar, por lo menos en lo que respecta a nuestro papel como compradores, es el precio. Dada esa diferencia en el jugo y la textura que mencionábamos recientemente, las gambas suelen tener un mayor coste que los langostinos. Además, estos últimos, al ser más grandes, aportan al comensal una mayor cantidad de alimento que las gambas, generando antes una sensación de saciedad que satisfaga nuestro estómago.
Sin embargo, no debemos caer en el error de emplear langostinos en lugar de gambas a la ligera. Es cierto que los langostinos pueden ser intercambiados sin problema por las gambas en nuestros platos, pudiendo preparar fideuás o guisos con ambos crustáceos. Pero las particularidades de las gambas las convierten en un producto insustituible en términos culinarios a la hora de elaborar ciertas recetas, como ocurre en el caso del cóctel de gambas.
Gambas y langostinos congelados
Estos dos exquisitos frutos del mar se encaraman en la cima de los mariscos con mayor demanda y valor del mercado, no solo en España, sino en todo el mundo. Idóneos para degustar tanto en fechas señaladas como de manera más habitual y desenfadada. Desde Compesca te damos un tip fabuloso: consumir langostinos y gambas congelados. Esto te permitirá tenerlos siempre a tu disposición en el congelador y aprovechar cualquier ocasión para deleitar tu paladar con estos pequeños crustáceos. Nuestro consejo, tanto en el caso de las gambas como en el de los langostinos, es que descongeles tu producto varias horas antes dentro del frigorífico en lugar de al aire libre. Así conseguirás mantener toda la esencia y frescura en su sabor.
El inmenso abanico culinario que se abre ante nosotros con estos dos deliciosos productos del mar no te dejará sin ideas: ensaladillas, raviolis, cócteles, parrilladas, cocinados a la plancha junto a salsas para degustar o, como no, platos más tradicionales de nuestra cultura gastronómica como guisos o arroces. Esto son solo algunas de las muchas ideas que tu creatividad entre fogones puede aprovechar para disfrutar de dos alimentos sanos y beneficiosos para el organismo.
En Compesca te ofrecemos algunas de las mejores variedades de gambas y langostinos. Contamos con las increíbles Gambas Blancas y Rojas de Hueva, el Langostino Tigre Salvaje del Atlántico, el Salvaje de Huelva, el Tigre del Índico y el del Caribe. Todos ellos deliciosos, ¿Cuál es tu favorito?
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