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Gamba pelada cruda talla grande 10/30 piezas por kg. Ideales para cocinar gambas al ajillo, ensaladas, rellenos, etc. Por su práctico calibre es ideal para combinar en infinidad de recetas como revueltos, sopas, ensaladas o tortillas. Formato: Bolsa de 1kg congelada.
Las gambas peladas son un ingrediente perfecto para todo tipo de arroces, sopas y para hacer la mejor paella. Además, este marisco posee un alto contenido en proteínas de calidad, es bajo en grasas e hidratos de carbono, y contienen minerales y vitaminas, especialmente vitamina E, antioxidante, y vitaminas del grupo B. Las gambas blancas peladas se pueden utilizar para numerosas recetas como: gambas a la plancha, gambas al ajillo, gambas cocidas, Ceviche de gambas, salpicón con gambas, Arroces, crema de gambas, Fumet, salteado de judías verdes con gambas, aguachile de gambas, poke de gambas… Están riquísimas a la plancha, a la sartén o cocidas.
La gamba blanca o gamba de altura (Parapenaeus longirostris) es una especie de crustáceo decápodo de la familia Penaeidae que tiene generalmente su hábitat en el Atlántico, en la zona del Golfo de Cádiz, concretamente en la costa de la Provincia de Huelva.
Las gambas dan mucho juego en la cocina, si uno se resiste a la tentación de cocerlas, sin más. Hay decididos partidarios de la tortilla de gambas, como los hay de los "spaghetti" con gambas... Se usan como "guarnición" de muy diversos platos de pescado... Recordar que, cuando se vayan a cocinar colas de gambas peladas, hay que sacarles la línea negra del intestino que recorre su dorso: las cosas, limpias, saben mucho mejor.
La gamba blanca pelada contribuye a la metabolización de los hidratos de carbono y ayuda a mejorar los niveles de colesterol en sangre. Gracias a su contenido en vitaminas B3, B12, D, E y K que mejoran la salud del pelo y de las uñas. Ricas en proteínas y en minerales como el yodo, ayudan a regular el metabolismo
Mantener a -18ºC hasta la fecha de consumo preferente. Para descongelarlo, lo ideal es hacerlo en la parte baja del frigorífico la noche anterior a consumirlo. También podemos descongelarlo rápidamente bajo un chorro de agua fría, retirando la capa de hielo superficial y sumergiéndose durante unos minutos. Recuerda descongelar sólo lo que vayas a consumir y conservar el resto lo más herméticamente posible.
Ficha técnica
Referencias específicas